Decoración y tendencias

¿Eres un apasionado de la decoración e interiorismo? En esta sección, te damos consejos para que puedas sacar el mejor partido a tu hogar.

Preparar tu casa para el frío
14/11/2024

Cómo preparar tu casa para el frío

Ante la llegada del otoño e invierno, es importante preparar tu casa para el frío para poder estar lo más cómodos posible en tu hogar. Desde Ficsa te traemos algunos consejos para hacerlo de manera sencilla.

Consejos para preparar tu casa para el frío

Revisar tu casa para el frío

El primero de nuestros consejos para preparar tu casa para el frío es hacer una revisión general del estado de tu casa. Empieza por revisar el aislamiento, esencial para evitar que el calor se escape. Esto incluye desde paredes hasta ventanas y puertas. Las viviendas de obra nueva suelen tener buenos sistemas de aislamiento de ventanas y paredes. Sin embargo, si tu casa es antigua y también las ventanas y puertas puede que por ahí se esté escapando el calor. Si cambiarlas no es algo que contemplas, puedes instalar burletes para evitar corrientes de aire.

Los radiadores (si los tienes) deben purgarse y mantenerse limpios para que sean más eficientes y mantengan mejor el calor. Si usas calefacción por aire, revísalo y limpia bien los filtros para que la temperatura media se mantenga entre los 17 y los 22 grados.

En términos organizativos, puede que revisar tus proveedores te ayude a ahorrar en las facturas que conllevan el uso de calefacción inevitable en estas fechas. Solicita presupuestos y entérate de ofertas que te puedan beneficiar.

Textiles para protegerte del frío

Las alfombras ayudan a mantener el calor, especialmente si el suelo de tu casa es de materiales fríos. De media, por el suelo se escapa hasta un 10% de la energía. Textiles como la lana, el terciopelo e incluso la piel artificial son recomendables en todo tipo de textil que usemos durante los meses de temperaturas bajas.

Las cortinas son esenciales porque ayudarán a evitar que el calor se escape durante la noche, actuando como una capa protectora más (junto con las persianas). En cuanto a tejidos, el terciopelo o el lino son una buena opción.  

Por último, apóyate en mantas o cojines de tejidos calientes en estancias como el salón o los dormitorios para abrigarte un poco más y crear un ambiente más cálido mientras te relajas.

Calefacción natural

En España hay gran parte del país que disfruta de muchas horas de sol al día (especialmente si lo comparamos con otros países europeos). Por eso, no podemos desaprovechar esta fuente natural de calor.

¿Cómo hacerlo? Dejando que, durante el día, entre la mayor cantidad posible de luz solar directa. Esto proporciona calidez, calor e iluminación a la casa. Además, para evitar que se escape, recomendamos cerrar las persianas y las cortinas en cuanto anochezca.

La humedad aumenta la sensación de frío

En zonas cercanas al mar, como Valencia, por ejemplo, el problema en las viviendas no es tanto el frío sino la humedad. Hay ocasiones en que, por mucho que tengamos la calefacción encendida, la sensación sigue siendo fría

Por eso, un deshumidificador puede ser de gran ayuda para mejorar la sensación dentro de casa. Al reducir la cantidad de humedad en el aire se previene la condensación y aumenta el confort. Se recomienda mantenerla en un 45-55%.

Sé estratégico en las pequeñas cosas

En este último apartado, queremos hablar de pequeños trucos que pueden ayudar en momentos puntuales. Por ejemplo, dejar el horno abierto después de usarlo para que la cocina se mantenga caliente durante un rato. Lo mismo con la puerta del baño después de la ducha.

También puedes cerrar la puerta de aquellas habitaciones que no usas en tu día a día y desactivar en ellas la calefacción. Por ejemplo, el despacho los fines de semana o la habitación auxiliar mientras no esté ocupada.

Si tu calefacción te da la opción, regula la temperatura según necesidad en cada habitación. Por ejemplo, en el dormitorio donde solo irás para dormir (bajo tu edredón) no hace falta que esté tan alta como en el baño cuando te toque darte una ducha. A la hora de dormir puedes recurrir también a bolsas de agua caliente para calentar la cama antes de meterte a dormir.

Por último, en medida de lo posible, haz vida en las habitaciones en las que da más el sol durante el día.