Decoración y tendencias

Si tienes en mente reformar o adquirir una vivienda de obra nueva, seguro que te has planteado la siguiente pregunta: ¿cocina abierta o cerrada?

Estos dos tipos de cocinas generan un gran debate, ya que abrir la cocina al salón o no puede ser una cuestión peliaguda y con grandes ventajas e inconvenientes.

La principal característica que hace que la opción más elegida sea la cocina abierta es que, con esta elección, suele haber una mayor amplitud en la casa, se origina un espacio más diáfano y se obtiene una mayor cantidad de luz.

A día de hoy es la tendencia es ver todas las nuevas distribuciones de las casas con las cocinas abiertas.

Cocinas abiertas o cerradas: principales características

Lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir una de las dos opciones es pensar la distribución de la casa y decidir el espacio que vamos a querer dedicar a la cocina.

Una vez teniendo esta cuestión clara, podremos decantarnos por elegir entre una cocina abierta o cerrada.

Es importante saber que la distribución de la casa va a afectar a nuestro día a día, y por ello, las medidas y las características del espacio y mobiliario serán las claves para elegir la distribución más acertada para nuestro gusto y comodidad.

Las cocinas abiertas

 ¿Cómo podemos conseguir una cocina abierta en nuestro hogar? Es fundamental tener en cuenta el elemento que será el conector entre la cocina abierta y el salón/comedor: una isleta, la cual hará de límite visual entre las distintas áreas.

Una cocina abierta aporta más amplitud que una cerrada. Al estar abierta al salón o al comedor, ambos espacios parecen más grandes que si estuviera cerrada por un tabique.

Otro de los pros o ventajas de una cocina abierta respecto a una cocina cerrada, es que la luz se distribuye por todos los ambientes. Es más fácil aprovecharla y así hacer que la cocina sea más luminosa, en el caso de que no lo sea, o que el comedor lo sea cuando este no recibe luz natural y la cocina sí.

La luz hace más apetecible y confortable el espacio. Una cocina abierta, bien sea una cocina tradicional, rústica o moderna, siempre va a estar comunicada con el comedor. Y esto es porque ofrece como ventaja añadida una mayor movilidad entre ambas estancias y un mejor desplazamiento desde la cocina a la mesa para servir, preparar o incluso recogerla.

Entre cocinas abiertas o cerradas, la amplitud gana prioridad. Añadimos otra ventaja más a las cocinas abiertas: la actividad se comparte. La cocina es más participativa y se favorece la vida y comunicación familiar. Estar en la cocina preparando la comida y mantener una charla con las personas que están en el comedor o echar un ojo a los niños pequeños en el salón es un gran aliciente.

Las cocinas cerradas

Las cocinas cerradas no necesitan presentación, ya que antes no había otra manera de distribuir esta sección de la casa. La cocina quedaba claramente diferenciada mediante una puerta y paredes.

Es cierto que es cuestión de gustos, cada uno tiene el suyo, pero entre cocinas abiertas o cerradas, las cocinas cerradas dan mayor tranquilidad para muchos, y es por ello que las paredes y las puertas se convierten en algo fundamental para muchos.

Los ruidos y los olores que frecuentan en la cocina, mediante esta diferenciación, no pasan a otras estancias de la casa, y esta suele ser la razón de peso por la que muchas familias todavía prefieren tener la cocina separada.

Esperamos que, con toda esta información, puedas tomar la decisión más apropiada para tu hogar.

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