Sector inmobiliario

El IBI de una vivienda (o impuesto sobre bienes inmuebles) es uno de los impuestos locales más importantes para los propietarios de inmuebles. Este impuesto afecta tanto a propietarios de viviendas, como a titulares de locales comerciales, solares y otras propiedades. En este post del blog, te explicamos qué es el IBI de una vivienda, cómo se calcula, y todo lo que necesitas saber para tenerlo en cuenta.

 ¿Qué es el IBI de una vivienda?

El IBI es un impuesto municipal que graban los bienes inmuebles en España y deben pagar sus propietarios. Se calcula sobre el valor catastral de la propiedad, y su importe depende de varios factores, como la localización, el tipo de inmueble y el uso de la propiedad. Se paga de manera anual y está limitados a un mínimo del 0,4% y un máximo del 1,3% sobre el valor catastral de la vivienda.

¿Para qué sirve el IBI?

El pago del IBI es fundamental para el funcionamiento de los municipios, ya que es una de sus principales fuentes de financiación. Entre las funciones principales de este impuesto se encuentran:

1. Mantenimiento de infraestructuras: Se utiliza para el mantenimiento y mejora de infraestructuras como calles, parques y edificios públicos.
2. Servicios públicos: Financia servicios como la recogida de basura, alumbrado público, y seguridad.
3. Planificación urbana: Los fondos recaudados a través del IBI ayudan a financiar nuevos proyectos de desarrollo urbano y la mejora de los existentes.

 ¿Quién debe pagar el IBI?

El IBI debe pagarlo cualquier persona o empresa que sea propietaria de un bien inmueble, ya sea una vivienda, un local comercial, una parcela de terreno, etc.  También aquellas que estén en usufructo del mismo, por ejemplo, en los bienes heredados. En el caso de inmuebles en alquiler, el pago corresponde al propietario, aunque este puede incluirlo indirectamente en la renta del alquiler.

Es importante saber que el responsable de abonar el IBI es quien ostente la propiedad a fecha 1 de enero de cada año. Aunque vendas tu propiedad durante el año, el pago correspondiente a ese año recaerá sobre el propietario a comienzos del ejercicio.

¿Cómo se calcula el IBI?

El importe del IBI se calcula aplicando un porcentaje (tipo impositivo) sobre el valor catastral del inmueble. Este valor catastral es determinado por el Catastro Inmobiliario y tiene en cuenta tanto el valor del suelo como el de la construcción. No es el mismo que el valor de mercado de la propiedad ya que, generalmente, suele ser menor que el precio real al que se podría vender el inmueble y se revisa con menos frecuencia. Este dato podremos obtenerlo en el Portal de la Dirección General del Catastro del Ministerio de Hacienda (siempre que seas el propietario de la vivienda) o en el último recibo (si existe)

El porcentaje de tipo impositivo lo establece cada ayuntamiento y puede variar considerablemente de una localidad a otra. Suele oscilar entre el 0,4% y el 1,1% para inmuebles urbanos, aunque en algunas áreas puede ser más alto.

¿Cuándo y cómo se paga el IBI?

Es importante que como propietario de un inmueble se tenga en cuenta el IBI como un gasto fijo anual. Al comprar una vivienda, recomendamos informarse sobre el valor catastral y el tipo impositivo aplicable en el municipio donde se encuentra el inmueble para tener una idea del coste anual e incluirlo en la planificación financiera anual.

El período de pago varía según el municipio. Generalmente, los ayuntamientos envían una notificación al propietario cuando llega el periodo de pago, que suele ser entre los meses de abril y octubre. El ayuntamiento emite un calendario fiscal y la correspondiente carta de pago si no está domiciliado.

El pago puede realizarse en una única cuota o, en algunos casos, puede fraccionarse para facilitar la gestión económica del contribuyente. A menudo, los ayuntamientos ofrecen descuentos o bonificaciones por el pago anticipado o por domiciliar el impuesto. Hay que tener en cuenta que el retraso en el pago lleva consigo penalizaciones, en algunas ocasiones de hasta el 20% como recargo.

Bonificaciones y exenciones del IBI

Como hemos comentado, estos impuestos dependen de cada localidad y se deberán consultar las condiciones de cada ayuntamiento. Sin embargo, a continuación, dejamos algunos ejemplos de casos en que pueden beneficiarse de reducciones o exenciones:

• Familias numerosas.
• Viviendas de protección oficial (VPO) y cooperativas
• Inmuebles de interés histórico o cultural
• Inmuebles de organismos oficiales o de la Iglesia
• En zonas poco pobladas o con pocos servicios públicos
• Inmuebles con energía solar

 Consejos para reducir el coste del IBI

Una manera para intentar reducir el coste el IBI es solicitar revisiones catastrales. Eso sí, hazlo solo si crees que el valor catastral de tu propiedad es demasiado alto para que el efecto no sea el contrario. También puedes revisar con detenimiento las diferentes bonificaciones que ofrece tu ayuntamiento para ver si puedes solicitar alguna.

Conclusión

El IBI es un impuesto obligatorio para propietario que se recauda por parte de los ayuntamientos de manera anual. Es fundamental estar bien informado de la cantidad total para gestionar mejor tus finanzas. Esta cantidad varía según el municipio y las características de la propiedad, así como de las posibles bonificaciones o exenciones que puedan aplicarse en cada caso.