Sector inmobiliario

Hablar de teletrabajo y vivienda puede parecer un tema del pasado. No obstante, ahora que han pasado unos años es cuando realmente podemos hace un análisis completo del efecto que este cambio de paradigma en el ámbito laboral ha tenido en la vivienda.

Es un tema relevante ya que el teletrabajo no solo ha cambiado la forma en la que trabajamos sino la forma en la que decidimos vivir.

Efectos del teletrabajo en la vivienda

El primer efecto del teletrabajo en la vivienda lo vivimos todos cuando empezó la pandemia y nos vimos obligados a teletrabajar: la necesidad es un espacio de trabajo.

Durante esos meses ya vimos que combinar teletrabajo con la vida diaria podía ser complicado si no se diferenciaban espacios, especialmente si el resto de personas se encontraban en casa. Así, la concepción de hogar ha cambiado. Ya no basta con habitaciones y espacios para dormir o relajarse, sino que necesitan de espacios dedicados al ámbito laboral.

Por eso, los compradores cada vez buscan más viviendas con espacios (bien sea una habitación específica o una zona de una habitación más grande), que se pueda dedicar a zona de trabajo. Los promotores inmobiliarios se enfrentan así al reto de replantearse la distribución de los espacios en las viviendas.

Por otro lado, la posibilidad del teletrabajo ha hecho que mucha gente se replantee dónde quiere vivir y ha habido un incremento de personas que quieren vivir en un pueblo o en zonas costeras donde. La razón principal es priorizar la calidad de vida frente a la proximidad al centro de trabajo. Además, las viviendas suelen ser más amplias y económicas.

Un fenómeno paralelo a este ha sido el de los conocidos como expats. Trabajadores remotos que, gracias a su flexibilidad laboral, eligen establecerse en regiones más asequibles o con mejor calidad de vida. Ciudades en España, Portugal, México y el sudeste asiático han visto un aumento significativo de residentes internacionales atraídos por el clima, la cultura y los precios más bajos en comparación con sus países de origen.

Consecuencias económicas del teletrabajo en la vivienda

Las zonas rurales o costeras están experimentando una creciente demanda, lo que los lleva a elevar los precios a la vivienda. Lo mismo ocurre con las ciudades que están viendo como aumentan los trabajadores extranjeros con sueldos altos que buscan vivienda. Este aumento de precios está llevando a que a muchos locales se le dificulte el acceso a la vivienda. contribuyen al aumento de los precios de la vivienda en zonas que antes eran accesibles para los residentes locales. Esto puede generar tensiones entre los recién llegados y las comunidades locales que ven cómo su entorno cambia rápidamente.

Por otro lado, este aumento de la población en zonas rurales sin una buena atención por parte de gobiernos y entidades puede tener consecuencias. Entre ellas, que los servicios en estas zonas no sean suficientes como por ejemplo el internet de alta velocidad o las guarderías o centros escolares.

Esto son solo dos ejemplos, pero, sin duda, el teletrabajo y la vivienda ha tenido consecuencias importantes. Los gobiernos y las comunidades locales tienen la difícil tarea de encontrar un equilibrio: atraer talento internacional sin desplazar a los residentes locales.