Sector inmobiliario

Qué es un residencial

Un complejo residencial es una comunidad privada de viviendas (unifamiliares o apartamentos) que comparten zonas comunes y servicios. Los servicios más comunes son piscinas, zonas verdes, gimnasios, parques infantiles o seguridad privada.

Habitualmente, estos complejos residenciales se organizan en asociaciones o comunidades de vecinos que se encargan de la administración y el mantenimiento de las instalaciones.

Ventajas de vivir en un residencial

Vivir en un residencial es a menudo la opción predilecta de muchos a la hora de buscar una vivienda ya que vivir en este tipo de complejos suele tener muchas ventajas.

Para empezar, algo clave especialmente en ciudades grandes o para familias con niños es la seguridad. Muchos complejos residenciales cuentan con seguridad o vigilancia, así como con muchas zonas comunes en las que se pueden hacer diferentes actividades dentro de la propiedad privada (y sin tráfico). Esto proporciona tranquilidad a los padres y garantiza el bienestar de las familias.

Por otro lado, las comodidades que ofrece un residencial son mucho mayores que un edificio al uso. En este tipo de viviendas, existen diferentes servicios o instalaciones que facilitan el día a día de sus vecinos. Uno de estos servicios es la seguridad, que ya hemos comentado. Pero no es el único: conserjería, gimnasio, piscina, salas comunes, pistas deportivas… la lista puede ser interminable y, sin duda, ahorra tanto tiempo como dinero de los vecinos ya que les evita tener que desplazarse o pagar por ellos fuera de su residencial.

Todos estos espacios o zonas comunes propician la creación de un sentido de comunidad (con espacios compartidos o actividades compartidas) que puede ser muy beneficioso para ampliar la vida social de los vecinos. Todo esto, sin dejar de lado la privacidad que suelen tener las viviendas dentro de un complejo residencial ya sea en terrazas o jardines de uso privativo.

El mantenimiento de estos servicios, obviamente, también es mucho más económico que si se tuviese acceso a ellos en una vivienda unifamiliar independiente ya que se comparten entre los vecinos.

Por último, este tipo de residenciales suelen estar ubicados en zonas de las afueras de las ciudades, lo que propicia que el vecino tenga un mayor contacto con la naturaleza y pueda llevar un estilo de vida más saludable, además de respirar aire más puro y estar alejados de los ruidos del centro de la ciudad.

Residenciales de obra nueva: otros beneficios

Si además de vivir en un residencial este es de obra nueva vendrá asociado a una serie de beneficios que también debemos tener en cuenta. Por un lado, un diseño moderno ya que se suelen construir con líneas elegantes y acabados de calidad que reflejan las tendencias del momento.

En cuanto a la eficiencia energética, cuentan con una certificación energética buena ya que se construyen bajo nuevas normativas que aseguran el aislamiento térmico, los sistemas de calefacción o refrigeración eficientes y otras tecnologías como las placas solares que implican un mayor ahorro en el gasto energético. Del mismo modo, se incorporan sistemas de gestión de residuos, planificación urbana u opciones de movilidad más sostenibles como por ejemplo parking de bicicletas o cargadores de coches eléctricos.

La tecnología también está presente en otros temas como la iluminación automática o los sistemas de seguridad en el hogar.

Vivir en un residencial en Valencia o Denia

En Ficsa promovemos los residenciales más completos y con las mejores calidades tanto en la ciudad de Valencia (y alrededores) como en Denia. Infórmate sobre las viviendas que quedan en el Residencial Zaïda (Valencia), Residencial Idalia Nature (San Antonio), Residencial Terrazas del Puig (El Puig) o Residencial Pomelos (Denia).